Ladakh, entre montañas y estrellas

sinpisarporcasa
9 dic 2018
3 Min. de lectura

Actualizado: 19 jul 2019

Nuestro primer contacto con la cultura Ladakhi en Leh, con sus olores, sus sabores y sus gentes.

Vista de los glaciares del Himalaya indio

Visitar Ladakh durante nuestro viaje a la India fue sin duda la mejor decisión que tomamos.

Buscábamos conocer nuevos paisajes y culturas, y realmente esta región de la India nos lo ofreció.

En esta entrada os queremos contar como fue nuestra experiencia, los lugares que visitamos y el presupuesto que tuvimos.

La idea de este viaje salió de un impulso, y no pudo haber salido mejor. Sabiamos que queríamos hacer un trekking de varios días por el Himalaya de la parte india y que podíamos ir a partir de Octubre, así que comenzamos a buscar información y nos decidimos por Markha Valley.

A mediados de Octubre las temperaturas en esta región, a mas de 3500 m, comienzan a ser más que frías, empieza el invierno, así que tocaba comenzar lo antes posible para no acabar congelados. Encontramos un vuelo genial de precio a Nueva Delhi y no lo pensamos.

Con la ruta ya en mente y los billetes de avión salimos de Madrid dirección Nueva Delhi, no esperamos ni un día, y aprovechamos la madrugada para coger otro vuelo hacia Leh.

El avión salía a las 6 am, y después de un día de viaje solo pensamos en subir al avión y echarnos una siesta, pero al poco tiempo de despegar nos dimos cuenta que no podiamos despegarnos de la ventanilla... sobrevolar el Himalaya en un día soleado y verlo cubierto de nieve fresca nos deja sin aliento. Creo que es uno de los paisajes más increibles que hemos visto nunca.

Los bosques, las montañas erosionadas, los glaciares... una imagen que nunca olvidaremos.

Llegar a Leh, a 3500m, hace que haya que tomarse las cosas con calma, así que el primer día toca buscar alojamiento y descansar.

Desde el aeropuerto al centro no hay autobuses por lo que hay que coger un taxi. Los precios de los trayectos ya están cerrados, por lo que lo primero es comprar el ticket del taxi (200 rp.) y a la salida del aeropuerto enseñar el ticket en el control. Unos dias más tarde nos dimos cuenta que el autobús de la ciudad llega hasta el aeropuerto.

Ladakh es una zona muy militarizada y en algunos sitios los turistas tenemos que mostrar el pasaporte y rellenar un formulario, pero en general no hay ningún problema, nosotros incluso nos alojamos en el homestay de un chico muy majo que tomando el té nos confirmo que era militar. Pero eso es otra historia...

Ya en el centro hay un montón de oferta para alojarse, y tras encontrar lo mas barato/decente toca mirar un rato para dentro.

De la ducha nos toca olvidarnos hasta mañana, ya que aquí el agua caliente es un lujo y en muchos hoteles solo hay a ciertas horas.

Tras la siesta vamos a visitar la ciudad y a comer... ¡Por fin probamos esos platos con los que habíamos estado soñando!

El segundo día ya éramos personas, aprovechamos el agua caliente del hotel a primera hora y nos fuimos a conocer la ciudad de Leh. Teniamos ganas de subir al palacio, unos 200m más alto que la ciudad, para seguir aclimatandonos a la altura.

En el Palacio cobran una entrada de 200 rupias, así que lo dejamos de lado y decidimos seguir subiendo hasta el final de este monte, donde hay un pequeño templo y las vistas son impresionantes. Se puede subir por el sur y bajar por el oeste, que fue lo que nosotros hicimos, para llegar a otro barrio y seguir conociendo Leh.

Por la tarde aprovechamos a comprar las ultimas cosas que nos hacían falta para comenzar el trekking, como botellas de gas, algo de té y galletas... aunque la mayoría ya lo traemos preparado de casa, nos sorprecndió la cantidad de oferta que hay en la ciudad. Después una buena cena, y con dolor de cabeza propio de la aclimatación, era hora de ir a la cama, que al día siguiente nos toca madrugar.